El hombre pequeñito
saludó al muy solemne,
sacó una servilleta
y dibujó un gran mapa
de su pequeña patria.
Puso en ella
barquitos de papel, colores, árboles,
unos peces azules
nadando en la mañana
y hasta un pájaro pinto.
El muy solemne extrajo
del profundo chaleco
dos soldados de plomo.
El pequeñito
recogió con cuidado
de no perder migaja
su patria servilleta
y se fue como vino.
El vencedor pestañeó perplejo
con sus sólidos párpados de palo.
Por: Jose Ángel Valente.
Les resultará muy difícil levantar la vista para ver los barcos de papel, los peces de colores y el pájaro pinto.
¡Ah! Y no os molestéis en explicarles lo que es un acto injusto. Creerán que estáis ofendidos, cuando en realidad lo que sentís es una pena infinita al comprobar que han perdido lo que vosotros guardáis con tanto afán.
Lo mejor que podemos hacer, desde nuestra tarea de maestros, es trabajar con las niñas y niños que tenemos a nuestro cargo para que valoren lo esencial y aprendan a distanciarse de los que van de vencedores y de sus actitudes, que desprecien la injusticia y comprendan lo que ésta conlleva.
Mercedes (Tutora de 4º C)
Que nuestros hijos/as disfruten de los barcos de papel, los peces de colores y el pájaro pinto.
ResponderEliminarQue crezcan con sensibilidad y dignidad ante las injusticias, sin temer a los soldados de plomo...
una madre que solo desea enseñar lo aprendido a lo que más quiere,
su hijo/a, merecen que todo lo pasado sirba para un futuro sin injusticias.
HUMILDAD
ResponderEliminarDicen que la humildad es desistir de tener siempre la razón y con eso cometer menos errores. Pero por desgracia hay tanta gente egocéntrica, que creen ser el ombligo del mundo, que no miran
a su alrededor para darse cuenta de que esa humildad nunca a de ser tomada como una derrota, si no todo lo contrario.