14 de septiembre de 2010

ANA BELÉN quiere ser escritora y como tal será tratada.

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Cada inicio de curso, desde hace varios años ya, me vienen a la mente como las letras de la canción del verano o como una jaculatoria, los versos de un poema de Gerardo Diego : “Estos niños nuestros que nos miran, cuando nos miran ¿qué ven?”.Me asaltan en cualquier momento, del día o de la noche y sé que son un lírico aviso para no bajar la guardia y dejarme llevar por la complacencia o la experiencia.

Con el tiempo he ido simplificando lo que me gustaría que viesen en mí mis alumnos/as y ahora me conformo con que perciban que soy la persona que les trata en el aula, como aquellos que algún día serán o lo que desean en un futuro ser. Y si esto sonara un poco pretencioso, al menos sí quisiera no ser quien se lo impida.

De aquí el titulo de este texto. Pues Ana Belén, una alumna de 4ºC, quiere ser escritora y yo, su maestra empeñada estuve todo el curso anterior en que hiciera mejor la letra, trabajando sinfones e inversas, sin escuchar la voz interior de esta magnífica futura escritora.

Pero es que además, el cuento que escribió y que encontraréis debajo del texto, cumple todas mis expectativas sobre mi quehacer como maestra: todo el trabajo realizado iba encaminado a sacar de cada uno lo mejor. Ana Belén, aparentemente despistada, en su mundo, ausente , estaba realizando un entramado y complejo trabajo personal para superar sus problemas de autoestima y además, me estaba mirando.

¡Qué hermoso lo que vio! Y que bien plasmado en su cuento. Gracias Ana por este regalo. Toda tu clase está orgullosa de que seas su compañera. Y yo de ser tu maestra.

Para todos mis compañeros y compañeras reproduzco este fragmento de la carta que le escribió Albert Camus a su maestro, tras recibir el premio Nobel de Literatura. A mí me conmueve profundamente y por esa razón quiero compartirla con vosotros , Y a ver quien es el “sobrao” que no quisiera recibir una carta así, no ya de un premio Nobel, sino de cualquier antiguo alumno:

Querido señor Germain:
Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y luego en usted. Sin su mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece al menos la oportunidad de decirle a usted lo que ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos e uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido. Lo abrazo con todas mis fuerzas.

(Albert Camus: El primer hombre, 1994)

Quizá este podría ser el primero de una serie de intercambios que podríamos hacer a través del blog de esas cosas que nos conmueven, nos gustan o nos interesan y que posiblemente nos den la oportunidad de conocer otros ámbitos de nuestras vidas, que las prisas diarias nos impiden apreciar.
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Un saludo a toda la comunidad educativa de todo el claustro.
Mercedes Entisne. Orgullosa tutora de 4º C
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Gracias.
C.E.I.P TIERNO GALVÁN